El calcio juega un papel crucial en la salud de los huesos y el bienestar general del cuerpo. Cuando nos vamos haciendo mayores, la importancia de este mineral en nuestra dieta se vuelve aún más relevante, sobre todo, en la prevención de la pérdida de masa ósea.
A medida que envejecemos, la capacidad de nuestro cuerpo para absorber calcio de los alimentos disminuye. Además, algunas personas pueden tener una menor ingesta de alimentos ricos en calcio debido a cambios en sus patrones dietéticos. Esto hace que sea aún más importante prestar atención a la cantidad de calcio que consumimos y asegurarnos de obtener suficiente.
Para acabar de convencerte de la importancia de este mineral a partir de los 50 años, estas son algunas de las funciones que realiza:
La cantidad de calcio que necesita una persona puede variar. Por ejemplo, dependiendo del sexo o la edad, la dosis de este mineral será una u otra.
A grandes rasgos, se recomienda que los adultos de 50 años o más consuman al menos 1.000 a 1.200 miligramos de calcio al día. Una combinación de alimentos ricos en calcio hará que puedas llegar a esta cantidad diaria.
Seguro que a ti también te han dicho siempre que para tomar calcio debemos recurrir a los lácteos. Aunque los lácteos son una gran fuente de calcio, tenemos otras opciones:
La vitamina D tiene un papel esencial en la absorción del calcio. A menudo, se aconseja que, según vamos cumpliendo años, nos aseguremos de obtener la suficiente.
La vitamina D también se conoce como la vitamina del sol porque es la que sintetizamos en nuestro cuerpo a través de los rayos que inciden en nuestra piel.
Aunque, como decíamos, el sol es nuestra principal fuente de vitamina D, también está presente en alimentos como el huevo, las nueces y los pescados grasos.