Si quieres que desaparezcan las durezas de tus pies, presta atención a estos consejos con los que recuperarás su suavidad.
En cuestión de cuidado corporal, los pies son los grandes olvidados. No dedicamos el tiempo que se merecen a mantenerlos en las mejores condiciones. Esto hace, que con el paso del tiempo, nos hayamos acostumbrado a notar cómo la piel de la planta de los pies y de los talones ha ido endureciéndose, secándose y, al mismo tiempo, agrietándose.
En Enola nos hemos hecho eco de este problema y traemos la mejor manera de cuidar los pies para despedirnos para siempre de las durezas y las grietas. Ha llegado la hora de lucir unos pies de ensueño. ¡Empezamos!
¿Por qué se agrietan los pies y los talones?
Por la falta de hidratación a la que hemos sometido a nuestros pies a lo largo de los años. Esta deshidratación puede deberse a varios factores:
Enfermedades como la diabetes y la obesidad influyen directamente en esto. La diabetes provoca la deshidratación de nuestra piel, por lo que puede volver más secas ciertas zonas, como los pies. Por otra parte, el exceso de peso de la obesidad hace que ejerzamos más presión de la que deberíamos en los pies y, además, la circulación de la sangre se ralentiza.
Los tacones y las sandalias pueden dañar nuestros pies. Los tacones hacen que toda nuestra estabilidad recaiga exclusivamente en el talón, y esto hace que lo agrietemos más. Si no queremos renunciar a ganar unos cuantos centímetros de altura, lo más recomendable es que usemos cuñas o tacones bajitos, de unos 3 centímetros como máximo. A su vez, las sandalias abiertas pueden secar y agrietar nuestros pies debido a que estos están expuestos al sol y al aire.
Los hábitos de vida poco saludables como una mala alimentación, fumar o beber poca agua hace que nuestra piel se reseque debido a la deshidratación.
El secreto de unos pies perfectos: limpiar e hidratar
Aunque es un secreto a voces, muchas personas no siguen esta rutina de cuidado corporal por pereza, falta de tiempo o ambas. No necesitamos tener un spa en casa para poder llevarla a cabo, solo tenemos que ser constantes y seguir estos pasos:
Lo primero que debemos hacer es limpiar los pies para eliminar impurezas y suciedades. Si lo tenemos a mano, lo ideal es utilizar un barreño o un cubo con agua tibiay jabón. Este baño de pies puede durar entre 5 y 10 minutos.
A continuación, nos secamos los pies suavemente con una toalla, hasta eliminar la humedad. Una vez que nuestros pies están completamente secos, vamos a utilizar una piedra pómez para eliminar las células muertas de la piel. A través de suaves movimientos circulares, notaremos de inmediato cómo se van limando las durezas de los talones y de la planta del pie.
Ahora llega el momento de hidratar la piel. Podemos aplicar la crema o el aceite hidratante (como el de coco o almendras) realizando un suave masaje para que se impregne mejor y, también, para aliviar el cansancio acumulado durante todo el día en nuestros pies.
Lo mejor es que hagamos esta rutina a última hora de la tarde, cuando sepamos que no vamos a volver a salir a la calle ni tenemos ningún otro compromiso. Es nuestro momento para relajarnos, cuidarnos y disfrutar de unos minutos de tranquilidad.
Los mejores tratamientos para los pies
Aunque siguiendo la rutina que acabamos de ver vamos a mantener nuestros pies sanos y cuidados, siempre podemos ayudarnos de estos tratamientos estéticos:
Pedicura clásica: no solo nos referimos a cortar y pintar las uñas. La pedicura es un tratamiento que incluye la limpieza de los pies a través de un baño de agua tibia, y la eliminación de impurezas y asperezas presentes en estas zonas.
Pedicura de piedras calientes: este tipo de pedicura, como su nombre indica, utiliza piedras calientes con las que se frota la planta del pie, aliviando molestias y aportando suavidad e hidratación.
Baños de parafina: la parafina es un aceite que hidrata en profundidad las capas profundas de nuestra piel. Ayuda a mejorar la circulación de la zona y retiene la humedad. Este tratamiento también se utiliza de manera complementaria para tratar lesiones.