La Navidad nos pisa los talones y con ella suculentas comidas, apetitosos dulces extra calóricos, aperitivos salados, champán y cava. Manjares de los que no podemos (ni queremos) privarnos pero que hacen un flaco favor a nuestro objetivo de cuidar la línea.
La Sociedad Española de Endocrinología y Salud nos advierte: los españoles engordamos una media de 2 a 4 kilos durante la época de Navidad. Las copiosas comidas, sumadas a los periodos de inactividad física que solemos tener durante las vacaciones, hacen que nuestro cuerpo se resienta, acumulando esos kilos extra.
Además, hay que tener en cuenta que las celebraciones de Navidad cada vez empiezan antes gracias a las comidas de empresa y las cenas con amigos para despedir el año. Tampoco los supermercados ayudan a cuidar nuestra figura, pues en sus pasillos hemos encontrado turrones, polvorones y bombones desde finales de noviembre.
Aunque no es una tarea sencilla, es posible pasar estas fiestas sin sentirnos culpables por haber engordado. Eso sí, requiere compromiso y fuerza de voluntad. Apunta estos consejos y, lo más importante, no te olvides de aplicarlos. ¡Empezamos!
Saca un hueco esta Navidad para mantenerte en forma con nuestros ejercicios personalizados.
Es muy difícil (por no decir imposible) que durante estas fechas consigamos adelgazar. El ambiente festivo, las reuniones familiares alrededor de la mesa y las tentaciones en cada supermercado al que vamos nos hacen muy difícil bajar de peso.
Un objetivo realista es mantener nuestro peso, no tratar de adelgazar. Si conseguimos no engordar durante la Navidad, evitaremos que en enero nos acechen los sentimientos de culpabilidad y, no menos importante, no tiraremos por la borda el trabajo que llevamos haciendo durante meses para estar en forma.
Por estas fechas muchas personas se encuentran de vacaciones, lo que hace que nos movamos menos. Nuestra rutina se rompe y, con ella, nuestros hábitos deportivos se diluyen.
Dejar de lado el deporte no debería ser una opción ya que, con una buena planificación, podemos sacar tiempo para ejercitar nuestro cuerpo. En Enola, tienes a tu disposición entrenamientos diarios de 15 a 20 minutos con los que activar el cuerpo al completo. Seguro que, al menos, tienes este ratito para hacer deporte.
Cuando hablamos de un estilo de vida activo, además del deporte, nos referimos a cualquier actividad que implique evitar el sedentarismo: ir andando a hacer la compra, pasear antes de la hora de la cena, utilizar las escaleras en lugar del ascensor, animarnos a bailar en vez de conformarnos con estar en el sofá… Todas las actividades que requieran un esfuerzo físico contribuirán a mantener nuestro peso.
Al aumentar el aporte calórico durante estas fechas, debemos también incrementar nuestra actividad física, de manera que no engordemos por el exceso de calorías consumidas. ¡Matemática pura!
No te pedimos que hagas huelga de hambre en Nochevieja. Ni mucho menos. Es normal que en esos días especiales picoteemos más de lo recomendado o nos pasemos un poco con las cantidades. No obstante, puedes seguir estos pautas:
No nos engañemos, durante las comidas y cenas de Navidad, las verduras y hortalizas brillan por su ausencia. La ingesta de proteínas (carnes y pescado), carbohidratos (pan, pasta, arroz…) y grasas (turrones, mazapanes, roscones…) procede de fuentes mucho más calóricas de las que, por norma general, estamos habituados.
Por eso, es importante que los días en los que no tengamos estas citas con comidas copiosas intentemos comer más ligero. Optar por ensaladas con legumbres, sopas o cremas de verduras, parrillada de hortalizas de temporada… De esta manera, vamos a conseguir mantener nuestro peso y también, no sentirnos tan llenos cada vez que nos retiremos de la mesa.
Aunque lo más saludable sería que evitásemos totalmente el consumo de alcohol, sabemos que llevarlo a la práctica se vuelve bastante complicado. Por eso, aconsejamos beber con agua en todas las comidas, además del vino o la bebida que estemos consumiendo.
De esta manera, vamos a asegurarnos de beber agua cada vez que tengamos sed, dejando en un segundo plano el alcohol que, además, nos deshidrata.
Cuanto mayor gradación tiene el alcohol, más calorías contiene, por lo que más vale que nos andemos con ojo con la cantidad y la calidad del alcohol. Los refrescos azucarados tampoco son la opción más saludable, ya que contienen una gran cantidad de calorías vacías.
Como vemos, el mejor truco es reservar las bebidas alcohólicas y los refrescos para brindis o momentos puntuales y que, cuando la sed nos ataque, recurramos al agua, la mejor opción que podemos encontrar.
Si tienes en cuenta estos consejos, mantener tu peso estas navidades va a ser una misión más que posible. Recuerda que es importante cuidar nuestra salud pero no está reñido con disfrutar. Navidad solo hay una sola y tenemos que celebrarla como se merece. ¡Chín, chín!