¿’Alas de murciélago’? Despídete de la flacidez en los brazos
Conseguir unos brazos fuertes no es tarea fácil, pero gracias a estos ejercicios de tonificación (y mucha constancia) vas a notar resultados.
Que la flacidez de los brazos no te quite el sueño. El antiestético exceso de grasa y la pérdida de tono muscular pueden convertirse en un gran complejo si dejamos que campen a sus anchas por nuestros brazos.
Como esto no es una batalla perdida, ve enfundándote las zapatillas de deporte y prepárate para descubrir a qué se debe la aparición de la flacidez en los brazos y cuáles son los mejores ejercicios para combatirla. ¡Manos a la obra!
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¿Por qué aparece la flacidez en los brazos?
Por norma general, a partir de los 45 años, nuestro metabolismo se ralentiza y tendemos a acumular más grasa que antes. Además de los cambios hormonales, el exceso de grasa suele producirse porque seguimos ingiriendo la misma cantidad de comida que cuando éramos más jóvenes y, por norma general, nos movemos menos.
Además del exceso de peso, adelgazar de manera brusca también puede ser la causa de la flacidez en los brazos, al igual que la menopausia y la disminución de colágeno.
Es importante recalcar que la grasa no se elimina de forma localizada a través de ejercicios específicos. Gracias al deporte, conseguimos desarrollar nuestros músculos y, como estos necesitan energía para cumplir sus funciones, se quema grasa para obtener esa energía extra; pero es el cuerpo el que “elige” de dónde la elimina.
Hay personas que tienen mayor tendencia a acumular grasa en los brazos, al igual que a otras se les concentra en el abdomen o en los muslos. No está en nuestra mano escoger qué grasa queremos eliminar.Por eso, al igual que la grasa, el entrenamiento y la alimentación afectan a nuestro cuerpo de manera global.
Ejercicios para tonificar los brazos
Para los ejercicios que te proponemos no vas a necesitar ningún material; vamos a trabajar con nuestro propio peso. Antes de empezar con esta rutina para tonificar brazos, te recomendamos que hagas un calentamiento previo para preparar tus músculos, aumentar la frecuencia cardíaca y prevenir lesiones. Una vez hecho, ¡empezamos con los ejercicios!
Fondos clásicos
Nos colocamos en posición de plancha, con las manos apoyadas en el suelo y la espalda recta.
Flexionamos los brazos como si quisiéramos tocar el suelo con la punta de la nariz.
Hacemos 10 repeticiones de este ejercicio.
Fondos de tríceps con apoyo
Para este ejercicio, necesitamos una silla o un mueble en el que apoyar las manos.
Con la espalda recta y las piernas estiradas, apoyamos las manos en la silla y flexionamos los codos.
Si el ejercicio es demasiado intenso, podemos flexionar las rodillas y apoyar las plantas de los pies en el suelo. Seguiremos ejercitando los brazos, pero la fatiga será menor.
Repetimos el ejercicio entre 10 y 15 veces.
Fondos en pirámide
Te presentamos una versión renovada de los clásicos fondos.
Nos colocamos en posición de pirámide: manos y pies apoyados en el suelo, elevando la cadera todo lo que podamos, formando un triángulo con nuestro cuerpo.
Desde esta posición, realizamos los fondos con la misma técnica que hemos visto en el primer ejercicio.
Para hacer las flexiones desde la posición de pirámide, es muy importante que tengamos la espalda recta. Si notamos que nuestra espalda se curva, podemos flexionar las rodillas.
Hacemos 10 fondos en pirámide.
Plancha lateral con torsión de brazo
Las planchas, además de fortalecer el CORE (abdomen, lumbares, glúteos y músculos que rodean la pelvis), nos ayudan a ejercitar nuestros brazos.
Tumbados de lado, con los pies apoyados en el suelo (uno detrás de otro para tener mayor estabilidad), elevamos el cuerpo apoyándonos con una mano. Nuestra espalda debe permanecer recta.
Ahora llevamos el brazo que tenemos libre entre el hueco que forma nuestro cuerpo con el suelo.
Si nos sentimos poco estables en esta posición, podemos apoyar las rodillas para no perder el equilibrio y realizar correctamente el ejercicio.
Repetimos 10 veces este ejercicio con cada brazo.
Fondos con elevación alterna de pierna
Esta otra variante de los fondos te va a encantar.
Nos colocamos en cuadrupedia y, mientras flexionamos los brazos, elevamos una pierna hacia el cielo.
Con cada flexión, elevamos una pierna diferente, para que, además de fuerza, ganemos equilibrio y coordinación.