Aunque parezca que solo a los aficionados a montar en bicicleta y correr les preocupa tener unos gemelos resistentes, lo cierto es que todos deberíamos dedicarles más tiempo en nuestros entrenamientos.
Los gemelos ayudan a dar estabilidad a la rodilla y al tobillo y se encargan de absorber el impacto de nuestro propio peso. Por eso, tener unos gemelos fuertes hará que nuestras articulaciones estén protegidas durante el entrenamiento y aumentará la potencia de nuestras piernas.
Por norma general, no solemos prestar demasiada atención a la tonificación de estos músculos, lo que hace que estén menos en forma que, por ejemplo, los cuádriceps. Como siempre decimos, nuestra gran aliada es la constancia y, sobre todo, hacer los ejercicios con una buena técnica. Esto nos asegurará ir notando resultados de manera progresiva y, no menos importante, evitará que nos hagamos daño mientras realizamos los ejercicios.
Nos dejamos de tanta cháchara y pasamos a la acción. Nuestro entrenador, Ángel, nos propone una rutina de cinco ejercicios para que nuestros gemelos estén cada vez más fuertes. Ponte ropa cómoda y cálzate las zapatillas, ¡que empezamos!
Empezamos con un ejercicio con el que nos van a picar un poquito las piernas. Si quieres que el ejercicio sea más intenso, puedes incorporar un pequeño rebote al hacer la zancada, antes de elevar la pierna. Lo dejamos a tu elección.
Continuamos con un ejercicio muy sencillo de realizar: elevación de talones. En este ejercicio, además de fortalecer los gemelos, vamos a trabajar nuestro equilibrio. Si te cuesta un poco, puedes apoyar las manos en una pared para ganar estabilidad.
Si quieres más ejercicios para fortalecer tu cuerpo, nos vemos en nuestra aplicación. Descarga Enola y deja que te pique el gusanillo de hacer deporte.
En esta rutina de ejercicios no podían faltar nuestras queridas sentadillas. Para que el trabajo sea más intenso, hemos añadido una variante a este ejercicio: el salto hacia delante. Si tienes molestias en la rodilla, es mejor que dejes de lado este ejercicio y pases directamente al cuarto.
Además de la fuerza del tren inferior del cuerpo, gracias a este ejercicio también vamos a trabajar la movilidad de la cadera y el equilibrio.
¡Ánimo, que ya no queda nada! Terminamos con un ejercicio para descargar la tensión de la parte posterior de las piernas y, además, ejercitar la movilidad de la rodilla.