A medida que cumplimos años, la fuerza de nuestros huesos se va debilitando con mayor rapidez. Llegamos a perder, a partir de los cincuenta, un 2% de masa ósea al año. Aunque no es un problema que percibamos a simple vista, va a condicionar nuestra calidad de vida con el paso del tiempo.
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Se suele decir de la osteoporosis que es una enfermedad silenciosa porque no presenta síntomas hasta fases más avanzadas. La osteoporosis es la pérdida de masa ósea y el descenso de la calidad del hueso. Esto provoca que los huesos se vuelvan más porosos y débiles y, por tanto, se rompan con mayor facilidad en caso de que suframos un golpe, por leve que este pueda parecer a priori.
La osteoporosis es una enfermedad que se desarrolla con el paso de los años. Aunque afecta a hombres y mujeres, estas últimas son más propensas a padecerla:
Según la Organización Mundial de la Salud, la osteoporosis afecta al 25% de las mujeres de cincuenta años de nuestro país, cifra que se duplica a partir de los setenta años.
Además del sexo y la edad, otros factores que pueden intervenir en la aparición de la osteoporosis son el bajo peso, los antecedentes familiares y los hábitos de vida nocivos (consumo de alcohol, tabaquismo, sedentarismo, etc.).
Como decíamos, el debilitamiento de los huesos provoca que, ante un mínimo golpe, se pueda producir una rotura de los huesos y las articulaciones. Las personas con osteoporosis no saben que la tienen hasta que no se produce una fractura, pues, antes de eso, la osteoporosis no produce dolor en los huesos.
La semFYC (Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria), recoge que las fracturas se producen a partir de los cincuenta años, siendo las de muñecas las más frecuentes. A medida que vamos cumpliendo años, las zonas donde hace más mella la enfermedad son la columna lumbar y la cadera.
Los especialistas en esta enfermedad insisten en la importancia de los tratamientos preventivos, para asegurarnos de retrasar todo lo posible la pérdida de masa ósea y, en caso de que esta ya se haya empezado a producir, conseguir frenarla.