Si te machacas a hacer planchas para deshacerte de los michelines o a repetir sentadillas hasta la saciedad para eliminar la grasa de los muslos, tenemos algo que contarte. No hay ningún ejercicio mágico que consiga eliminar la grasa en el área que tú elijas. Te lo explicamos en detalle.
Nuestro cuerpo quema grasa por un motivo muy simple: necesita utilizar las reservas de grasa como fuente de energía. Ni más ni menos. Cuando el cuerpo requiere esta energía y no obtiene la suficiente de los hidratos de carbono consumidos, se nutre de los ácidos grasos almacenados en los tejidos adiposos. Esto puede darse, por ejemplo, durante el ejercicio o cuando hay un déficit calórico.
Mientras hacemos deporte, nuestro cuerpo utiliza esas reservas de grasa como fuente de energía de manera global, sin focalizarse en una región en particular (y, desde luego, sin tener en cuenta nuestros deseos). Grábate esto: nuestro cuerpo quema grasa de manera generalizada y sistemática, no de manera selectiva en áreas específicas.
Por ello, la reducción de grasa en áreas problemáticas no depende de realizar ejercicios específicos en esa zona, sino de crear un déficit calórico a través de una combinación de ejercicio regular y una alimentación equilibrada.
Como decíamos, el déficit calórico, una alimentación saludable y la práctica de ejercicio regular serán las claves para conseguir la ansiada pérdida de grasa. Ahora bien, ¿qué tipo de deporte es el que va a ayudarte a conseguirlo?
El ejercicio cardiovascular, como correr, nadar o montar en bicicleta, es especialmente efectivo para quemar calorías y contribuir a la pérdida de grasa en general. Estas actividades estimulan el metabolismo, aumentan el gasto energético y promueven la quema de grasa.
Un error que cometen muchas personas que quieren perder grasa es centrarse exclusivamente en el ejercicio cardiovascular. ¡Error y de los grandes! Los entrenamientos de fuerza van a ser esenciales en este objetivo.
Los entrenamientos de fuerza nos ayudan a mantener y aumentar la masa muscular. Aunque no podemos eliminar la grasa localizada en una zona específica, el desarrollo muscular favorece la quema de grasa pues los músculos, incluso en estado de reposo, necesitan más energía para desarrollarse y cumplir sus funciones.
Si bien no podemos eliminar la grasa localizada a través del ejercicio, es posible lograr cambios fundamentales en la composición corporal, ya que conseguiremos reducir el porcentaje de grasa corporal en general, lo que se traduce, eventualmente, en una reducción de grasa en diversas áreas del cuerpo.