A pesar de que la sexualidad es uno de los componentes que más influye en nuestro bienestar, no solemos dedicar el tiempo necesario a hablar sobre su evolución a lo largo de nuestra vida.
A partir de los 50 años es muy común que aparezca la falta de deseo sexual prolongada en el tiempo. En muchas ocasiones, no sabemos por qué nos está sucediendo ni cómo podemos hacerle frente.
Por eso, hoy vamos a ver cuáles son las causas más comunes del descenso de la libido y qué podemos hacer para recuperarla.
A medida que pasan los años, nuestro cuerpo cambia y puede afectar a nuestra sexualidad. También debemos tener en cuenta que los factores emocionales y nuestro estilo de vida juegan un papel determinante en esta cuestión.
Veamos cuáles son las principales causas por las que desciende la libido:
Estas causas no son aisladas, unas pueden retroalimentar a las otras. Por ejemplo, una mujer de 58 años con menopausia puede tener obesidad por llevar una vida sedentaria, lo cual repercute en su estado emocional y falta de autoestima.
Detectar el conjunto de las causas que nos provocan la falta de apetito sexual es determinante para poder solucionar el problema.
Este es un proceso que no se conseguirá de la noche a la mañana. Aunque cada persona es diferente y, como hemos visto, las causas que provocan esta falta de libido son muy diversas, existe una serie de hábitos y recomendaciones genéricas que pueden reactivar el deseo sexual.
Como ya sabrás, el ejercicio físico trae consigo una mejora de nuestra salud en todos los ámbitos y, por supuesto, también en el terreno sexual.
Practicar deporte con regularidad trae consigo muchos beneficios que ayudan a incrementar nuestra libido:
Además, el ejercicio físico hace que nos alejemos del sedentarismo y, por tanto, reduce el riesgo de tener obesidad o sobrepeso.
De nada valdrá que hagamos deporte e incorporemos una rutina activa en nuestro día a día si, después, no llevamos una alimentación saludable.
Nuestro organismo necesita nutrientes para obtener energía y realizar todas las actividades que nos propongamos. Cuando ingerimos, de manera continuada, grandes cantidades de grasas y alimentos ultraprocesados, estamos enviando a nuestro cuerpo el combustible equivocado. Estos productos nos acercan a la obesidad, al sobrepeso y a la diabetes, enfermedades que, como hemos visto, nos alejan de la libido a pasos agigantados.
Por otro lado, seguro que has oído hablar de los alimentos afrodisíacos, como la canela o las ostras, que pueden ayudarnos a recuperar el apetito sexual. En realidad, esto suele ocurrir por sugestión, más que por sus propiedades afrodisíacas. Al auto convencernos de que gracias a ellos nuestra libido va a aumentar, termina haciéndolo.
Nuestra mente y nuestro cuerpo funcionan como un todo, es imposible separar lo uno de lo otro. Necesitamos que ambos trabajen en sintonía para poder tener una correcta salud en todos los aspectos. Para ello, podemos seguir los siguientes recomendaciones:
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