El yoga es más que una actividad física, es una filosofía de vida. Los admiradores de esta disciplina valoran su capacidad para conectar el cuerpo con la mente, mejorar su salud física y mental y liberar tensiones. 

Aunque el yoga es, como el deporte en general, beneficioso a cualquier edad,  para aquellos que han superado la barrera de los 50, se presenta como una de las mejores herramientas para incrementar su bienestar. ¿Por qué? Estos son solo algunos de los beneficios del yoga que puedes notar si empiezas a practicarlo. Anímate.

1. Ayuda a reducir la presión arterial

El año pasado, la revista científica BMC Public Health publicó un estudio en el que afirmaban que los pacientes que realizan yoga tienen un 85% más de probabilidad de tener una presión arterial normal en comparación con los que no lo practican. Además, otra de las conclusiones a la que llegaron fue que los pacientes de 40 a 59 años tienen un 67% menos de probabilidades de tener hipertensión cuando practican esta disciplina.

Las posturas de yoga se centran en respirar de manera coordinada con los movimientos y, una gran parte de la sesión, en la meditación y relajación. Aunque no se ha demostrado que la hipertensión continuada en el tiempo se produzca por estrés, sí puede elevar la tensión en momentos puntuales, y aumentar el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. El yoga puede ayudar a reducir estos episodios de tensión y agobio y estabilizar la presión arterial en unos parámetros saludables.

2. Previene la pérdida de masa muscular 

Más de una vez hemos dicho que, a partir de los 50 años, nuestra masa muscular se va reduciendo y, con ello, vamos perdiendo fuerza en nuestro cuerpo.

El yoga se centra en movimientos suaves y estiramientos que contribuyen significativamente a mejorar la flexibilidad y, además, a fortalecer nuestra musculatura. Por ello, tiene un papel clave en la prevención de la pérdida de masa muscular.

3. Aumenta el rango de movilidad de las articulaciones

Las posturas de yoga a menudo implican estiramientos que trabajan diferentes grupos musculares, mejorando la flexibilidad y la amplitud de movimiento en las articulaciones y, algo muy importante, ayudando a prevenir su rigidez.

Además, esta disciplina enfatiza la conciencia corporal, lo que contribuye a un mayor control y estabilidad a la hora de movernos y realizar tareas cotidianas.

Hay que tener en cuenta que para notar este aumento del rango de movilidad, hay que practicar yoga de manera regular y progresiva, sin forzar nuestro cuerpo. La constancia, junto con una técnica adecuada, es clave para mejorar y mantener la movilidad articular.

4. Mejora la calidad del sueño

Si has probado alguna vez una clase de yoga, sabrás de lo que te hablamos. La relajación que se experimenta durante y después de una sesión de yoga puede contribuir a un sueño más profundo y reparador. 

El sueño de calidad es esencial para la salud en todas las edades, pero se vuelve especialmente valioso a medida que envejecemos, cuando suelen alterarse los patrones del sueño.

5. Ayuda a disminuir la inflamación

Hay ciertas posturas de yoga que ayudan a extender y contraer el abdomen, estimulando el proceso de digestión y reduciendo el reflujo y los gases.

El estrés es una de las causas más comunes que puede provocar inflamación abdominal. Gracias al yoga, podemos crear una reacción en cadena: reduciendo los niveles de estrés podemos contribuir a la disminución de la inflamación. 

6. Incrementa el equilibrio y la coordinación

El equilibrio y la coordinación son dos pilares fundamentales en todas las sesiones de yoga. No te preocupes si no eres el más hábil del mundo, como te decíamos, en el yoga hay que empezar poco a poco, aprendiendo la técnica de los ejercicios para, después, ir incrementando su dificultad.

Entrenar tu equilibrio y coordinación te ayudarán a ser más ágil en tu día a día y, lo que es más, podrás prevenir caídas y lesiones, dos de las grandes preocupaciones cuando vamos cumpliendo años.

7. Aumenta la autoestima y la confianza en uno mismo

Es evidente: si nos vemos con mejor tono físico, más ágiles e independientes, nuestra autoestima subirá como la espuma. ¡De eso se trata!

La autoestima está estrechamente relacionada con la salud mental, tantas veces relegada a un segundo plano. Además de darle esquinazo al estrés y mejorar la relación que tenemos con nuestro cuerpo, el yoga también puede ayudar a reducir los síntomas de depresión y ansiedad. En lo que se refiere a conexión entre mente y cuerpo, no se nos ocurre una mejor disciplina que el yoga.

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